La evidencia empírica demuestra que el efecto de abrir la opción del retiro en un solo tramo del dinero acumulado en el Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROP) es uno: la inmensa mayoría de los trabajadores ejercería esa opción y el fondo del ROP se descapitalizaría.
Así ha sucedido en todos los países que han habilitado esta posibilidad y también en Costa Rica con el cumplimiento quinquenal del Fondo de Capitalización Laboral, en donde más del 99 por ciento de los trabajadores retiran su haber y lo destinan a motivos distintos a la cesantía.
La pregunta lógica sería por qué no permitir que cada quien haga lo que desee con el dinero del ROP, si es un ahorro individual propiedad del trabajador. La razón obedece que a que ese fondo fue creado para complementar la pensión del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la CCSS, o su régimen sustituto, y ante la caída en el monto de esta pensión por los problemas de sostenibilidad, la acumulación en el ROP llegaría a sopesar la menor pensión de la CCSS.
Por lo tanto, como la mayoría de las personas usaría el dinero del retiro del ROP para financiar gastos distintos a la vejez, un porcentaje apreciable de adultos mayores caería en pobreza y acudiría al Estado para buscar protección cuando la pensión del IVM les resulte insuficiente para cubrir sus necesidades básicas. El costo de esa protección recaería sobre la colectividad quienes tendrían que pagar mayores impuestos para financiar pensiones no contributivas. En simple, este Proyecto de Ley crea pobreza en vejez y una carga tributaria para los ciudadanos.
Pero acá no acaban los efectos negativos. Si se estima cuál es el efecto de este Proyecto de Ley sobre el saldo acumulado en el ROP en el tiempo, al cabo de 15 años el saldo del ROP habrá caído un 23 por ciento, para un total superior a los 3 billones de colones a precios del 2019. Si esa cifra se compara con el saldo del ROP al 30 de junio de 2019, que es de 5,2 billones de colones, el resultado es que la menor acumulación equivale al 58 por ciento del saldo actual.
Este es un monto muy significativo y tendrá efectos colaterales sobre la economía costarricense. Una de las causas del crecimiento económico es la mayor inversión por parte de los agentes económicos. A pesar de que la inversión se puede financiar con ahorro importado, o sea, endeudamiento externo, los datos muestran que las economías que más invierten son aquellas que más ahorran.
Estudios realizados en Chile y Perú muestran que los ahorros del sistema de capitalización individual explican entre el 0,2% y el 0,9% del crecimiento económico de esos países. Como la tasa de ahorro es aproximadamente el doble de la costarricense, acá en Costa Rica debería esperar un efecto que sea cercano a la mitad de lo calculado en esos países. Por tanto, el menor ahorro del ROP provocará una disminución en el crecimiento económico por la menor inversión. El menor dinamismo de la economía conducirá a menor creación de empleos y redundará en mayor pobreza.
Pero además, la mayor salida de recursos obligará a las Operadoras a mantener una mayor disponibilidad de dinero en efectivo, por lo que el plazo del portafolio de inversión del ROP se acortaría, al igual que los rendimientos de los fondos. Por lo tanto, el menor crecimiento del ROP afectará las pensiones o el saldo acumulado de los trabajadores activos. Por tanto, las cuentas individuales no lo son tanto, pues al invertirse en carteras mancomunadas, las mayores liquidaciones del ROP tienen efectos negativos sobre los ahorros de la colectividad.
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