El Banco Central de Costa Rica (BCCR) define una de las principales variables para la actividad económica del país, la tasa de política monetaria (TPM). La TPM afecta la mayoría de tasas de interés en moneda local de la economía, tanto activas como pasivas, de esta forma afecta las decisiones de consumo y ahorro de los agentes, así como el valor de muchos activos financieros y por último la inflación, variable objetivo del BCCR.
Actualmente la TPM, definida por la Junta Directiva del BCCR, tiene un valor de 5%. Algunas personas piensan que este valor es alto, aunque la afirmación debería ser: ¿Alto con respecto a qué?
Una forma de responder esta pregunta podría ser, con respecto a la tasa de interés real (se aproxima al restar el nivel de inflación esperado a la tasa de interés). El mismo BCCR ha afirmado que una de las razones para mantener el nivel actual de TPM es que sus modelos le dicen que la inflación evolucionará hasta ser cercana al punto medio de su rango meta, es decir 3%. En este caso, la tasa de interés real sería cercana al 2%, este nivel es muy superior al de países desarrollados donde la misma ha sido en tiempos recientes cercana al 0% o levemente superior. Resalta la combinación de este alto nivel con los bajos niveles de actividad económica que vive actualmente Costa Rica. Sin embargo, estudios realizados por el mismo BCCR indican que, para una economía con las condiciones de financiamiento como las que enfrenta Costa Rica, un nivel de tasa real de 2% no es lejano al de equilibrio.
De esta explicación nace una pregunta adicional, y es: ¿Qué tal si el BCCR se equivoca en su pronostico de inflación? Si esto sucede y la inflación observada termina siendo menor a su meta sí existirían razones para pensar que el nivel de TPM es superior al necesario, ya que derivaría en una tasa de interés real mayor a la necesaria.
Observando los datos de los últimos 24 meses de inflación interanual la misma ha mostrado valores por debajo del rango meta, es decir menores al 2%, en 10 de esos meses y en los restantes 14 ni siquiera alcanzó el punto medio de la meta, 3%. De hecho, pareciera más bien que el objetivo del BCCR es una inflación igual al 2% y que el techo o valor máximo es el 3% (valor objetivo actual).
Podrían existir varias explicaciones para este fenómeno, algunas apuntan a un BCCR sumamente celoso del nivel de inflación, al extremo de afectar de forma consciente el desempeño de la economía de forma negativa. Otra explicación podría ser que el BCCR se equivoca de forma recurrente en su pronóstico y necesita comenzar a incluir esta corrección en sus modelos ya que parece ser algo persistente y que lo induce a fijar tasas de interés muy altas.
Queda aún una razón más que podría explicar este fenómeno, la del premio por ahorrar en colones y el riesgo que imponen las carteras de crédito altamente dolarizadas. El presidente del BCCR en su momento explicó que la TPM solo se utiliza para afectar la inflación y que para intervenir en el mercado cambiario se tenían las Reservas Internacionales (RIN). Aunque puede ser que si las RIN son muy bajas no queda más que echar mano de la TPM para estabilizar el tipo de cambio.
En este caso, el problema es más complejo que simplemente error de cálculo del BCCR, intencional o no, y es un problema estructural que necesita medidas más determinantes, lo que preocupa es que hasta ahora no hemos visto una estrategia de desdolarización claramente articulada por el ente emisor.
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